Tal día como hoy, 2 de enero (de 1492), Boabdil, último
rey musulmán del reino de Granada, entregó las llaves de esta ciudad a los Reyes
Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Fue un hito para la
historia de España ya que después de más de 700 años de ocupación musulmana en
diversos territorios de la península ibérica, Muhamed Abú Abdallah, más
conocido como Boabdil el chico, rindió a los Reyes Católicos la ciudad y el
reino de Granada.
Sin embargo, no fue una
rendición sin más. Boabdil impuso una serie de condiciones, llamadas las
Capitulaciones de Granada, que los Reyes Católicos aceptaron después de diez
años de guerra contra el reino de Granada. Estas condiciones eran ventajosas
para los vencidos respetando la vida, bienes, leyes, culto y la lengua de los
musulmanes nazaríes.
Boabdil, camino de su
exilio, dirigió una mirada emocionada a su ciudad natal, Granada. Su madre,
Aixa, le dijo “No llores como mujer lo que no has defendido como hombre”. A
Boabdil los Reyes Católicos le concedieron un Señorío en las Alpujarras instalándose
en Laujar de Andarax, población almeriense. En esta localidad
falleció Morayma, en 1493, esposa de Boabdil y última sultana de Granada. En
este mismo año Boabdill abandona la península Ibérica para siempre para instalarse
en Fez.
Con la rendición de Granada
se acaba con el único reino musulmán en Europa Occidental. A su vez, es la
consolidación del nacimiento de una España joven y poderosa, así como la de su unión política, territorial (con la posterior anexión de
Navarra) y religiosa. Esta España fuerte, unida y cohesionada, hará que se
expanda por América, el Pacífico y Europa, adquiriendo un poder político y económico muy importante, dominante frente al resto de las naciones del mundo.
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